En los últimos años, la vitamina D3 se ha convertido en uno de los suplementos más populares, gracias a sus múltiples beneficios: fortalece el sistema inmunológico, mejora la absorción de calcio y ayuda a prevenir enfermedades óseas, entre otras cosas. Sin embargo, tomarla por sí sola puede no ser suficiente… e incluso podría tener efectos negativos si no se combina adecuadamente con la vitamina K2.

Sinergia inteligente: D3 y K2 trabajando en equipo
La vitamina D3 (colecalciferol) aumenta la absorción intestinal de calcio, un mineral fundamental para mantener huesos fuertes. Pero, una vez absorbido, ¿a dónde va ese calcio? Aquí es donde entra la vitamina K2, especialmente en su forma más biodisponible: la menaquinona-7 (MK-7).
Esta vitamina (K2) activa dos proteínas esenciales:
- Osteocalcina: responsable de fijar el calcio en los huesos. La D3 estimula su producción, pero solo puede ejercer su función si está activada por la K2.
- Matrix Gla Protein (MGP): inhibe la acumulación de calcio en arterias y tejidos blandos, ayudando a prevenir la calcificación vascular. Sin K2, esta proteína no se activa, y el calcio absorbido podría terminar depositándose en lugares indeseados, como las arterias.
Como suele decirse: la vitamina D pone el calcio en la sangre, pero la K2 le dice a dónde ir.
Más allá de los huesos: beneficios para el corazón
La combinación D3 + K2 no solo fortalece tus huesos, también cuida de tu sistema cardiovascular. Diversos estudios han observado que esta sinergia puede:
- Disminuir el engrosamiento de las arterias carótidas, un indicador temprano de riesgo cardiovascular.
- Prevenir la calcificación arterial, especialmente en personas con diabetes tipo 2, síndrome metabólico o enfermedad renal crónica.
- Mejorar el metabolismo de la insulina y los niveles de lípidos en sangre.
- Incluso en poblaciones vulnerables, como mujeres posmenopáusicas o personas en hemodiálisis, esta combinación puede ofrecer una estrategia preventiva más completa.
El equilibrio es clave
Nuestro cuerpo necesita un delicado balance entre vitamina D, K y calcio. Suplementar con altas dosis de D3 sin suficiente K2 puede romper ese equilibrio y tener consecuencias negativas, como:
- Pérdida de densidad ósea por falta de osteocalcina activa.
- Acumulación de calcio en tejidos blandos.
- Mayor riesgo de hipercalcemia o cálculos renales, según algunos estudios.
¿Dónde se encuentran estas vitaminas?
Aunque la alimentación es la base de una buena salud, alcanzar niveles óptimos de D3 y K2 solo con la dieta puede ser difícil:
- Vitamina D3: Presente en pescados grasos, yema de huevo y algunos hongos expuestos al sol. Sin embargo, la exposición solar insuficiente y su escasa presencia en los alimentos hacen que la suplementación sea recomendable en la mayoría de los casos.
- Vitamina K2: Se encuentra en alimentos como el natto (soja fermentada), quesos curados y mantequilla de vacas alimentadas con pasto. Aun así, su aporte suele ser limitado en la dieta occidental.
Por eso, la suplementación combinada de D3 + K2 suele ser la mejor opción para asegurar niveles adecuados y obtener todos sus beneficios.
¿Qué suplemento elegir?
Los suplementos de vitamina D3 con K2 están disponibles en cápsulas, perlas o gotas, y son una forma práctica y efectiva de obtener ambas vitaminas en las proporciones adecuadas. Busca productos que contengan:
- Vitamina D3 (colecalciferol), preferiblemente de origen natural.
- Vitamina K2 en su forma MK-7, por su alta biodisponibilidad y vida media prolongada.
Y recuerda: siempre es ideal consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplementación, especialmente si tienes condiciones médicas preexistentes.
Bibliografía
Wasilewski, G. B., Vervloet, M. G., & Schurgers, L. J. (2019). The bone—vasculature axis: Calcium supplementation and the role of vitamin K. Frontiers in Cardiovascular Medicine, 6, 6.
www.frontiersin.org/journals/cardiovascular-medicine/articles/10.3389/fcvm.2019.00006/full
Van Ballegooijen, A. J., Pilz, S., Tomaschitz, A., Grübler, M. R., & Verheyen, N. (2017). The synergistic interplay between vitamins D and K for bone and cardiovascular health: A narrative review. International Journal of Endocrinology, 2017, 7454376. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1155/2017/7454376